La misma semana en la que se cumplieron cincuenta años desde el comienzo de la carrera espacial, investigadores británicos subrayaron la importancia que pueden tener las tecnologías espaciales para otros ámbitos, al anunciar una nueva investigación sobre la detección de la tuberculosis con tecnologías creadas para misiones espaciales.
La tecnología en cuestión es un espectrómetro creado para la misión a Marte del Beagle 2 y la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Se calcula que la tuberculosis, causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, mata a dos millones de personas cada año, principalmente en países en vías de desarrollo. En tales países, donde los recursos son limitados, la detección de la tuberculosis suele realizarse utilizado una microscopía de frotis de muestras de expectoración. Se trata de un proceso muy trabajoso que, además, tiene una sensibilidad baja.
Ahora un equipo de investigadores ha recibido financiación para crear un espectrómetro de masas portátil (un instrumento óptico que sirve para medir las propiedades de la luz) para diagnosticar la tuberculosis.
«La microscopía de frotis no es un método muy preciso para el diagnóstico de la tuberculosis; sólo detecta la tercera parte de los casos positivos», informó el Dr. Geraint Morgan, de la Open University y participante del proyecto. «Esto significa que siete de cada diez pacientes tendrán necesariamente que empeorar para que se les pueda diagnosticar y tratar. No hay duda de que hay que encontrar una solución.»
«Al desarrollar tecnología para misiones espaciales, uno se ve obligado a ir más allá de los límites, pensar con creatividad fuera de lo establecido, para dar con soluciones nuevas para problemas complicados. Muchos de los desafíos técnicos que hemos superado al diseñar nuestros instrumentos espaciales son los mismos que cuando nos enfrentamos a esta cuestión», explicó el Dr. Morgan.
El Dr. Morgan dirige el proyecto junto con el profesor Colin Pillinger, quien es sinónimo en el Reino Unido de la misión a Marte del Beagle 2 y la Dra. Liz Corbett, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM). La financiación procede del Wellcome Trust, organización benéfica situada en el Reino Unido que respalda la investigación médica.
La Rosetta será la primera aeronave en efectuar mediciones científicas en la superficie de un cometa. El instrumento Ptolemy (Ptolomeo) que lleva a bordo (un espectrómetro de masas con cromatógrafo de gas del tamaño de una caja de zapatos) analizará fragmentos pequeños del núcleo del cometa a fin de analizar de qué está hecho. Se espera que esta información permita profundizar nuestros conocimientos sobre la composición del Sistema Solar en sus inicios y averiguar si los cometas fueron alguna vez una fuente de agua para la vida en la Tierra.
Seguidamente, el Dr. Morgan y su equipo adaptarán esta tecnología para crear un espectrómetro capaz de detectar la tuberculosis en expectoraciones con más sensibilidad y rapidez que la microscopía de frotis. Este proceso podría automatizarse, lo que obviaría la necesidad de técnicos preparados y de un laboratorio dotado de equipamiento especial.
«Las sustancias químicas tienen su propia „firma” inequívoca», señaló el Dr. Morgan. «La bacteria que causa la tuberculosis tiene un recubrimiento especial. El espectrómetro de masas tratará de dar justamente con el patrón de las sustancias químicas que hay en ese recubrimiento.»
Durante el segundo año del proyecto, el dispositivo se pondrá a prueba en Zimbabue. Según el Global Fund, en 2003 más de 85.000 personas padecían tuberculosis en ese país. El número de casos se ha disparado en los últimos veinte años.
«Necesitamos de forma urgente un método preciso y de coste asequible para diagnosticar la tuberculosis», aseguró la Dra. Corbett. «Actualmente, dada la imprecisión del diagnóstico, es necesario atender hasta diez veces a quienes padecen tuberculosis para poder empezar a tratarles. Todo ese tiempo pueden tener la infección y, sobre todo si son portadores también del VIH, tienen un riesgo elevado de morir antes de diagnosticar siquiera la enfermedad.»
El profesor Pillinger ha alabado la gran previsión que implica financiar un proyecto que aúna la investigación espacial con la sanitaria. «Es reconfortante ver que esa visión de futuro da sus frutos en la investigación clínica», afirmó.
Para obtener más información sobre el Wellcome Trust, visite:
http://www.wellcome.ac.uk/
Categoría: Varios
Fuente: Wellcome Trust
Documento de Referencia: Basado en información del Wellcome Trust
Códigos de Clasificación por Materias: Tecnología aeroespacial; Coordinación, Cooperación; Innovación, transferencia de tecnologías; Medicina, Sanidad
RCN: 28468
http://cordis.europa.eu/fetch?CALLER=ES_NEWS&ACTION=D&DOC=30&CAT=NEWS&QUERY=0124804b97a8:3e82:0b0340f5&RCN=28468